Buscando la liberación a través de la poesía prometeica
El dolor del alma se manifiesta de muchas maneras.
Mi primer llanto brotó por el dolor de mi tierra,
una tierra que ha sido vendida al capitalismo,
una tierra dormida,
una tierra despierta.
Recuerdo mis botas de agua, cuando llovía.
Ya no llueve.
Ahora mueren las palabras en las orillas de mi tierra.
Antes llovía, ya no llueve.
Antes las medusas corrían por las playas
dejando una estela de ruidos impenetrables,
ahora mueren ahogadas por el petróleo.
¿Alguien puede acallar el dolor de mi corazón?
…No, porque nadie dice basta.
Nadie, sino la tierra, la tierra, la tierra…
SILVIA B
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