Poemario de Fausto
Un día llegará…

que no habrá vuelta atrás
Mira mi cuerpo maltrecho
como un cuadro de llagas
sin fuerzas para un gemido.
Observa mis despojos
en interminables vertederos,
el aire gris plomizo de las chimeneas,
el ce-o-dos haciendo pedorretas
en los tubos de escape,
desarrollo descontrolado
y sueños de grandeza.
Observa cómo desparecen
los bosques y las especies.
Hedor de muerte tiene mi aliento
por tantas guerras inútiles
y tu insaciable voracidad.
Mi piel va quedando pálida
como un desierto cuarteado.
En mi seno árido y desnudo,
un museo de esqueletos
vestigios de vanas glorias.
sueños de eternidad
bagatelas que se llevó el viento.
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