
Del poemario DELIRIO EN SILENCIO
Siento que eres la chispa
que encendió esta hoguera.
Tú eres la ardiente llama
y yo el árbol que se quema.
Eres lengua que danza
crepitando sobre mi tea.
Y es tu sonrisa plateada
la llama que me rodea.
Y cuando la llama besa
mi tronco desnudo,
hace que me estremezca.
Aunque me abrase el fuego,
habrá merecido la pena.
Me ha parecido muy bien redactado y con muchos sentimientos. Ánimo ya somos muchos en esta profesión invisible. Besos cuídate.
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Octavio, qué bello poema sobre uno de los más atractivos elementos de la naturaleza. No me extraña que tus versos tengan un aire purificador sobre el alma. Gracias por compartir.
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Me alegra que la sensibilidad nos haga sentir la misma música.
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