
Traemos a este blog un poema de JUAN MONENTE, quien nos ofrece unas pinceladas de la paradoja en la que se mueve el ser humano.
ES CIEGO
Hay un dios loco suelto.
Va dando mandobles a diestra y siniestra.
Hoy me alcanza a mí; mañana a ti.
Hoy hiere en el cuello, en la sien.
Acierta al corazón.
Hay un dios loco suelto.
Es perverso. Es divino.
Me persigue corriendo
Me alcanza. Me atrapa.
¡Qué locura!
¡Cuánto dolor!
¡Cuánto placer!
Hace sangre
Duele profundo.
Llega dentro.
No, no quiero.
Pero, ¿quién se resiste?
¿Quién no se deja herir por espada tan suave,
por punzada tan grave,
por dolor tan hondo, por placer tan tierno?
¡No! aleja de mi tus garras.
Calla ya: no me persigas.
No me hieras.
No me quieras
Hay un dios loco suelto.
Todos lo han visto.
Si me alcanza, me mata.
Si se aleja, me muero.
No, no es un juego.
Es muerte.
Es vida.
Es porfía.
Juega; se ríe; persigue.
Es malo. Es tierno. Es ciego.
Es el dios … Cupido.
Hay un dios loco suelto.
¡¡Encerradlo!!
Camisa de fuerza.
No es divino: es perverso.
No es bello: es feo.
Lo quiero
JUAN MONENTE
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