Alberto Collantes
Todos aquellos hombres que yo admiro
ya habían fallecido con mi edad
y yo no sé si debo seguir vivo.
***
Igual que hacen los lemmings cuando sienten
que son muchos, y en masa se suicidan
sabiendo que no hay mundo para todos…
El destino del hombre es solo muerte.
La madre Gea reeducó a los hombres
y muchos de los niños decidieron
suicidarse de forma voluntaria.
Y ese suicidio entristeció a los hombres.
***
Fue el dominio del hombre exterminado
y ni el campo ni el cielo ni las bestias
quedaron sometidas a su estirpe.
No fue para el planeta suficiente,
y el mar plastificado y las extintas
especies reclamaron su venganza.
***
El ser humano estéril que llevaba su vida
a un suicidio frecuente de muerte inevitable
cada vez que crecía su población, lloró.
Cuando la especie humana, cada vez más exigua,
no era más que la sombra de miles de millones,
la Tierra despoblada fue nuevamente azul.
A merced de las fieras, del frío y de la lluvia,
apenas unos pocos sobreviven llorando
cada vez que sus hijos acaban con su vida.
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